viernes, 25 de septiembre de 2015

En la piel del Lobo. Capítulo 6. By Calista.






CAPITULO 6

Dos Días después…


—Sabes Cal… ésta no era la velada divertida que tenía en mente —le dijo Gise con un suspiro resignado mientras observaba a su amiga—. Y por más atentamente que lo mires, el teléfono no va a sonar, eres mi amiga y te quiero, pero esto es tan divertido como chupar un clavo —finalizó con una mueca.

Calista la observó y se levantó con un suspiro, últimamente era lo único que hacía, suspiraba como una tonta porque después del beso no supo nada más de Fang. Por lo tanto su teoría de haber arruinado para siempre esa amistad estaba confirmada.

—Lo sé Gise y lo siento, pero de verdad esperaba saber algo de Fang, esto demuestra que no quiere saber nada de mí —le dijo mientras caminaba por la sala. Ni siquiera estaba tan torpe como de costumbre.

Gise se paró delante de la joven y le apuntó con un dedo.

—Calista deja de compadecerte, es obvio que iba a pasar algo así —la joven le había contado lo que pasó con el lobo y lo del beso, además de su confusión de sentimientos después de eso—. Por todos los dioses, lobo o humano, los hombres son todos iguales y tienden a huir cuando algo así sucede, eso siempre y cuando sean circunstancias normales, imagínate cuando la situación es limite como ahora, todo cambió, las cosas no van a ser las mismas y lamento ser brusca, sabes que sí, y cuanto antes lo asimiles mejor. —Le dijo mientas apoyaba una mano sobre su hombro—. No esperes que te llame, continúa con tu vida como si nada hubiera pasado, así por dentro sientas una revolución, y cuando menos lo espere estará golpeando a tu puerta —Le dijo sabiamente—. Ahora, cámbiate, ponte bonita y vamos a beber unos tequilas al Santuario ¿si? —Finalizó con picardía mientras le guiñaba un ojo.

La joven diosa asintió y se marchó a su habitación, no sin antes tropezarse con la pata de la mesa.

viernes, 18 de septiembre de 2015

Las protectoras de la noche. Capítulo 5.



CAPÍTULO 5


Nessa salió del vestíbulo y se encaminó hacia el gimnasio por el largo túnel. Iba al el encuentro de su “instructor”, Zsadist.

Habían pasado cinco días desde que las parejas habían sido asignadas y como desde ese primer y calamitoso encuentro en que la Virgen Escriba las presentó a la Hermandad aún no le había visto el pelo, estaba empezando a pensar que habían encargado su enseñanza a un ser imaginario.

No es que estuviera ansiosa por tener a un macho arrogante dirigiéndola y burlándose de ella, esos tiempos habían terminado hacía mucho, pero aceptaba que debido a su ignorancia de muchas cosas de ésta época, la instrucción se hacía necesaria. Por suerte, ella aprendía rápido y no duraría demasiado tiempo.

¿Hacia dónde debía ir ahora? Ah, sí, hacia la derecha, directo hacia las puertas dobles. Así se lo había señalado el hermano llamado Phury. Un hermoso macho con una hermosa cabellera. Parecía el más amable de los hermanos, con sus modales impecables y sus modos tan suaves. Claro que en el pasado, aquellos que más amables habían parecido, fueron los que peores vejaciones le habían infligido. Aun así, el vampiro no le inspiraba desconfianza.

Se detuvo en seco ante las puertas del gimnasio. Deja ir al pasado, Nessa, se dijo. Claro, como si fuera tan fácil. Tomó una profunda bocanada de aire y entró.

Allí estaba él. Zsadist.

lunes, 14 de septiembre de 2015

En la piel del Lobo. Capítulo 5. By Calista.




Viene de Capitulo 4 

CAPITULO 5

Al día siguiente…

—Maldito despertador —dijo Calista mientras lo apagaba con un gemido. Se desperezó, eligió unos shorts de jean, una camiseta negra, zapatillas y se dirigió al baño para darse una larga ducha.

Una hora después luego de los típicos resbalones y la sucesión de accidentes de cada mañana, estaba en el desayunador bebiendo café cuando sonó el timbre.

Fang esperó pacientemente que le abrieran la puerta, sabía que podía destellar en el departamento, pero no quería encontrarse con ninguna sorpresa “como Calista caminando desnuda por la sala” se dijo. Sus pensamientos se evaporaron cuando la vio parada en el vano de la puerta, prácticamente aulló. La joven estaba vestía unos shorts que apenas cubrían aquellas piernas que parecían infinitas, y una camiseta negra que se adaptaba como una segunda piel.

Salió de sus pensamientos al ver que la joven le tendía una taza de café humeante.

Él alzó las cejas inquisitivamente.

—¿Siempre recibes así a las personas que llaman a tu puerta?

—Oh parece que alguien se levantó del lado incorrecto de la cama hoy —le respondió haciendo una mueca con los labios—. Pues si no lo quieres… —dijo mientras iba quitando la taza.

—No dije eso Pecas —con pereza tomó la taza mientras entraba—. Traje donas —le dijo mientras ponía el paquete sobre la barra de desayunar.

Calista gimió mientras le daba un beso en la mejilla.

domingo, 6 de septiembre de 2015

Las protectoras de la noche. Capitulo 4.



 Viene de aqui


CAPÍTULO 4


—Que linda cama, cómoda y confortable —decía Kytara mientras saltaba en la cama como si tuviera diez años.

Un golpe ligero en la cabeza la hizo volver a lo único en que debía ocupar su mente en este momento: La nueva misión.

Por un lado se encontraba feliz por estar de nuevo con aquellas mujeres que había adoptado como sus hermanas, luego de que su familia fuera destrozada por el Omega.

Bajó lentamente de la cama y con pasos suaves caminó por la habitación.

Paró súbitamente y se plantó delante del enorme espejo de pie y forzó un reflejo suyo. Lamentablemente, ése era el único recuerdo que le quedaba de su madre. Kytara era un vivo retrato de ella, las facciones tan definidas, los rasgos tan bellos y amados… Tenía recuerdos felices.

El maldito desgraciado que la asesinó lo pagaría, se juró cumplir esa promesa.

Volvió lentamente a la cama, se arropó y trató de dormir.

Daba vueltas y vueltas sin lograr su cometido.

Haciendo a un lado las mantas y tras aceptar que no podría conciliar el sueño, decidió salir del cuarto y recorrer la mansión. Una buena caminata siempre la ayudaba a despejarse, mientras pensaba detenidamente sus pasos a seguir ante esta nueva situación.