martes, 29 de octubre de 2013

Especial Halloween 2013. Un chico mayor. Alessa Cevans.




A Pete no le gustaban las noches que había tormenta.
Sus papas habían salido de viaje apresuradamente debido a que el abuelo John , HABIA EMPEORADO.

No entendía que significaba eso, pero no le gustaba el abuelo John.
Le daba miedo, con su mascarilla de oxígeno y su piel amarillenta y tirante sobre una cara que no era más que piel y huesos y Papa y Mama lo habían dejado en casa con la niñera " mientras todo se arreglaba" .

En realidad tampoco le gustaba quedarse con esa estúpida niñera que lo mandaba a la cama después de cenar, para poder darse el lote con su novio en el sofá mientras creían que él dormía, pero Pete ya era mayor Y LO SABIA.

SABIA que Britany SE DABA EL LOTE con Carllllllllllllllll....
Y ahora que Carllllllllllllll y Britany se habían ido a dormir, él tenía sed.

Alargó su manita hacia la mesilla de noche, para descubrir que esa estúpida chica repelente y  rubia, había vuelto a olvidar su vasito verde de plástico y ahora tendría que bajar a la cocina a buscarlo el mismo.

Pero los relámpagos alumbraban su habitación, haciendo que los ojos de sus peluches brillaran con un cierto destello de malicia. Ya tenía los pies fuera de la cama, cuándo un trueno soñó como el disparo de un cañón y volvió a su cómoda y confortable cama de un salto,  para taparse hasta la cabeza, jadeando como si hubiera corrido 500 metros.

Pero él ya era un chico mayor, como le decía su papa.
Ya iba a la escuela primaria, y ahora que tenía 5 años.
Sabía a ciencia cierta de que ya era UN CHICO MAYOR.

Los CHICOS MAYORES no tenían miedo de una estúpida tormenta, ni tampoco de los relámpagos y truenos. Pero aun así, Pete se mordió los labios, y con valor estiró su manita de nuevo para encender la lamparita de noche, que llenaba el techo de estrellas. Pero la luz se había ido y aunque ya era un CHICO MAYOR, ni loco iba a bajar los dos pisos que le separaban de la cocina para ir en busca de su vaso verde.

Dio varias vueltas en su cama, intentando dormirse de nuevo .Siempre podía pedirle a Britany y a Carllllllllll través del inter comunicador Playschool,  que le trajeran su vaso verde .Pero entonces Brit le gritaría que era un estúpido mocoso y que la dejara dormir en paz. Aunque Pete ya era UN CHICO MAYOR, siempre que esa malcriada, que tan solo tenía 15 años más que él, le gritaba y lo regañaba, Pete, el chico mayor, rompía a llorar.

Dio vueltas y más vueltas, intentando no pensar en la sed, y estuvo  tentado a beber directamente del grifo del baño de su habitación, pero sin su vasito verde, no sería lo mismo.

Al final sacó fuerzas de donde no las tenía y bajo una vez más sus piececitos regordetes de la cama y cogiendo a Bugsy entre sus brazos, pensó que nada podía hacerle daño si su osito estaba con él.
Temblaba como una hoja debido al miedo que le producía el viento azotando fuera, pero aún así, se armó de valor y se dirigió hacia la puerta.

Intentó encender la luz, para descubrir horrorizado que debido a la tormenta, la casa se había quedado sin electricidad. Aunque su corazón retumbaba como un caballo dentro de su pequeño pecho, Pete, aferrado a su osito, reunió valor y abrió la puerta de su habitación.

Los jadeos ahogados de Brit y Carrrrrrrrrrl habían cesado y eso quería decir que ellos se habían dormido tras haber hecho "ESO" .Aunque tenía una ligera idea de lo que era "ESO", solo de pensarlo, se le revolvía el estómago.

Aferrando su manita regordeta al pasamano de la escalera de madera, empezó a bajar hasta que llego a la cocina con pasos cautelosos.

Llevaba a Bugsy tan apretado contra él, que si hubiese sido un animal auténtico, a estas alturas ya estaría asfixiado y con varios huesos rotos.Al final llegó  a la cocina,  muerto de sed . Sus ojitos azules se iluminaron al ver su vaso verde, justo donde él lo había dejado, encima de la repisa.

Echó a correr esos escasos metros por que sentía una urgencia casi enfermiza  por coger su vasito. Por que el sabía que si llegaba al vasito, todo estaría bien. Cuando estaba a punto de cogerlo, una mano de dedos artríticos, retorcidos y huesudos, se cerró en torno a su bracito, apretándolo con fuerza.

Él ya era un CHICO MAYOR, pero nada ni nadie en el mundo lo habían preparado para eso.

El grito murió antes de salir de sus labios y Bugsy cayó al suelo quedando despatarrado como lo que era: un osito de felpa que perdía relleno por todos sitios.

Pete notó como su pelito rubio se llenaba de sudor a pesar de que hacia frío y él solo llevaba un ligero pijamita de entre tiempo y esos dedos seguían apretándole con fuerza.

Ya no tenía sed.

Solo quería volver a su habitación, con Bugsy entre sus brazos y taparse hasta la cabeza con su edredón de los Avengers.

Cuando otro relámpago ilumino la cocina, Pete comprobó con horror, que la mano huesuda y artrítica que le sujetaba era la del abuelo John . Entonces comprendió que las cosas no iba a arreglarse para su abuelo, como había dicho mama.   El abuelo John no iba a ir a ningún lado, porque las cosas no se habían arreglado, habían empeorado. Pete supo en ese mismo instante   que su abuelo había muerto  hacía una hora.   Pete se preguntó a sí mismo, como era posible que el abuelo John estuviera en la cocina frente a él, si había muerto  a miles de kilómetros de distancia.

-Suéltame, por favor, daddy John.- Gimió el pequeño, notando como sus pantalones estaban mojados.

Era todo mentira. Él no era un CHICO MAYOR. Era solo un niño pequeño de  cinco  años muerto de miedo, con un fantasma aferrando su bracito en la cocina.

El abuelo John se quitó su mascarilla y la dejo sobre la repisa, y se agacho al lado de Peter,con su respiración estertora, mirándolo fijamente.

-No, Petey. No puedo soltarte. Tienes que correr y salir de aquí. Busca ayuda.-

El fantasma alargó su otra mano artrítica hacia el rostro del pequeño y acarició su mejilla, con amor.

Y entonces todo cobró sentido para Peter.

LO VIO TODO.
Los gemidos de Brit que había oído a través del inter comunicador, no eran de hacer  "ESO".

Carlllllllllllll, cuyo nombre verdadero, era Lennan McCarthy, no era el chico amable que decía ser. Era un asesino.Un psicópata como el de las películas que sus papas no le dejaban ver. Carrrrrrrrrrrrrl era PELIGROSO.

Las imágenes se agolpaban en su mente como los pantallazos de una enloquecida película  que se reproducía en su mente a toda velocidad, y el rictus de horror en la carita de Pete, era cada vez más intenso. Su abuelo, su abuelo le estaba diciendo todo.

Carl había matado a Britany y a muchas otras chicas, y ahora iba a matarlo a él . Siguiendo el consejo del abuelo John, Pete corrió  descalzo por las escaleras, para encerrarse en la habitación.

Cuando ya casi estaba arriba,  una mano asomó de entre los escalones huecos   y se aferró a su tobillo.

Carl (Lennan) sonreía mirándolo desde abajo y cuando tiró de su pie, Pete se puso a chillar.

Se había olvidado de que tenía sed, de que había perdido a su osito, de que el fantasma de su abuelo estaba en la cocina, con su respiración llena de estertores . Se olvidó de la imagen de  su niñera muerta con la cara pálida y llena de petequias, producidas por la asfixia,  en la habitación contígua a la suya con una gruesa cadena alrededor de su cuello.

Pataleó y gritó pero debido a la tormenta, nadie podía oírlo. Revolviéndose con fuerza, atestó una patada en la cara del asesino, que grito maldiciendo mientras caía.  Pete  se puso en pie, tropezando y resbalando por los escalones corriendo por su vida.



                                               
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HORAS MÁS TARDE

A Pete le dolía la cabeza, y abrió lentamente los ojos.

Alguien vestido con un uniforme que no lograba identificar, lo estaba enfocando con una linterna y diciéndole que no se moviera, que podía tener fractura de cráneo y Peter frunció el ceño.

¿Por qué  iba a tener la fractura de cráneo? Intentó hablar y notó que le dolía la garganta y volvió los ojos a su izquierda, y comprobó una vez más que el abuelo John seguía allí, y  le sonreía.

- Abuelo... ¿qué ocurre?.-

El abuelo John lo miró con ternura y acarició su carita de mofletes rellenos, que todavía conservaba los rasgos típicos de un bebe.

-Tienes que volver, Petey... regresa, por que no te puedo llevar conmigo.-

El cuerpo entumecido del niño, sintió como si una corriente lo atravesara y empezó a sacudirse a los pies de la escalera, con convulsiones. Un médico o lo que él creía que era un medico, logró estabilizarlo.

El CHICO MAYOR parpadeó varias veces hasta que se dio cuenta de que el abuelo  John se estaba desvaneciendo poco a poco y entonces fijo su vista un poco más allá, donde estaban sus padres.

Mamá lloraba, y Papá la arropaba contra sus brazos. Estaban detrás de una cinta amarilla, y cuando vieron que Pete volvía a la consciencia, les dejaron aproximarse.

-No sé cómo lo has hecho chaval, pero estamos muy orgullosos.-

Pete seguía sin entender nada y entonces recordó vagamente el vaso verde, la tormenta,  a Brit y a Carl (No, no se llamaba Carl, se llamaba Lennan) . Se incorporó con tanta velocidad, que parecía que tenía estrellitas danzando alrededor de su cabeza. Debajo de élla  yacía un gran charco de sangre.

Carl yacía muerto, con un rictus de terror en el rostro y los forenses estaban bajando una bolsa negra del piso arriba.Una bolsa que contenía el cadáver de Brit, su irritable, tonta y malcriada niñera y Pete se echó a llorar desconsolado.

No podía  recordar lo que había pasado.

Solo que cuando cayó por las escaleras rodando, se había golpeado con fuerza contra los escalones. Mientras rodaba hacia el suelo ,  se había visto salir de sí mismo  como una explosión y Carl (Lennan) había gritado hasta caer muerto .Sus ojos, oidos, boca y nariz rezumando  sangre, como si todo dentro de su interior hubiera estallado.

El pequeño Pete miró a sus padres y con voz grave,  sintiéndose impotente mientras las lágrimas se deslizaban por su carita, les habló.Los médicos, empezaban a tumbarle de nuevo en el suelo., tratando de inmovilizarlo.  Le dolía todo y podía sentir la sangre seca apelmazando su pelito.

-Siento mucho  del abuelo John, papis. El vino a ayudarme. Yo solo tenía sed... Papa, no soy un CHICO MAYOR. Solo tengo 5 años.-

Y tal y como había recobrado la conciencia, la volvió a perder con el pensamiento de si esta vez, iba a poder volver de dónde quisiera que ahora se encontraba.

¿FIN?







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