La cena transcurrió de forma habitual, con los miembros del servicio que habían terminado sus turnos, hablando y charlando. Fritz pasaba revista e iba coordinado al mismo tiempo a los que estaban empezando los suyos , otros sirviendo la primera comida en el salón a los señores. Fritz era todo un líder en el mundo de los doggen y Divia le observó a ratos durante la cena, orgullosa de la capacidad de organización de su viejo tío. Se estaba encariñando con el anciano y eso no sabía si era bueno.
Divia y Tom se sentaron juntos de nuevo, pero no se hablaron apenas. Entre los dos parecía que se había establecido un pacto mutuo de aparentar que no había sucedido nada . Pero tampoco se permitieron disfrutar de esa familiariedad que habían tenido durante la pasada semana. Cruzaron apenas unas palabras, comiendo, relacionándose con los que les acompañaban en la mesa...pero poco entre ellos. Durante la cena, Divia, divisó al otro lado de la mesa a Roberta , con la que entrecruzó miradas de vez en cuando. Demasiado de vez en cuando, pero decidió no darle importancia. La hembra seguramente estaba inquieta pero no tenía porqué.
Después de ayudar a recoger todo y limpiar el servicio de mesa , se dispuso a retirarse a su habitación tras despedirse de todos. Quería llegar cuanto antes a ella sin tener que enfrentarse a Tom, aun no sabía que diantres decirle.Iba a abrir la puerta cuando sintió una presencia a su espalda y se dio la vuelta. Roberta estaba allí, parada en el pasillo , mirándola con una sonrisa extraña.
- Buenas noches ¿ Roberta? No nos han presentado.- Alargó su mano para ofrecersela - Soy Divia -
Intentó ser cortés, sabía de primera mano lo que era ser nueva en la casa y aunque Roberta le cayera como un tiro, ella no deseaba a los demás lo que no quería para ella. Roberta ladeó su cabeza y apenas sonrió.
- Sé quien eres. Y no, no nos han presentado, tampoco hace falta-
Divia entrecerró los ojos desconfiada. Roberta no la miraba de forma amable, mas bien lo contrario. La hostilidad se respiraba en el escaso metro y medio que las separaba. - ¿ Qué quieres entonces, Roberta?- Preguntó sin dejar de intentar ser agradable aunque intuía que no habría cordialidad en esa conversación que iban a tener las dos.
- Quiero que te alejes de Tom-
Divia abrió los ojos como platos.- ¿ Disculpa? Creo que...-
- No te hagas la estúpida porque sé que no lo eres. Ni sorda. Tom es mío como has podido comprobar esta tarde en el establo. Por cierto, si abres la boca para decir a alguien lo que has visto, te sacaré los ojos.- Roberta apenas se había inmutado al amenazarla, es mas, esbozaba una sonrisita diabólica que podría haber estremecido a Divia.
Cualquiera después de una amenaza así habría respondido con furia, enfado, miedo o cualquier demostración del amplio abanico de emociones que existían. Quizá Divia debería haber sentido o haber manifestado algún tipo de reacción, pero no lo hizo.En cambio, miró bien a Roberta de arriba a bajo y enarcó una ceja .
Si Roberta creía que iba a asustarla, estaba muy, pero que muy equivocada. La hembra de pelo oscuro y un mechón azul en el pelo, había crecido en uno de los peores barrios de Londres y los humanos con los que se había visto obligada a convivir, eran mucho mas espeluznantes que aquella especie de Barbie que tenía enfrente. Si, aquello parecía mas una muñeca diabólica que una hembra de valía. La doggen rubia, no se contentó con decirle todo aquello y decidió proseguir con su amenazante charla.
- Aléjate de él y tu integridad física no sufrirá peligro. Tom es mío y lo voy a conservar. Tu no eres ni la mitad de mujer que puedo ser yo ni le puedes dar ni un cuarto de lo que él necesita y que yo estoy encantada de darle.-
Divia se limitó a sonreír de lado, en una clara mofa hacia la hembra que tenía en frente. Aquello que acababa de oír la obligaba a mostrar una parte de sí misma que no le gustaba . Que hubiera vivido una infancia en un barrio difícil no quería decir que le gustaran los conflictos. Solo que no huía de ellos. Dió un paso al frente y se puso a la altura de los ojos de Roberta, que era tan alta como ella, pero mucho mas delgada . Roberta era como una modelo de revista, rubia, delgada, estilizada y de aspecto aniñado y frágil. Clavó sus ojos en los de ella y dió un paso al frente sin achantarse.
- Punto numero uno. Nadie me dice lo que tengo que hacer.- Hizo una pausa mas bien teatral, creía estar interpretando la mejor escena de su vida. - Punto numero dos, creo que Tom es mayorcito para elegir con quien quiere ir. Punto numero tres..- con un rápido movimiento se acercó a la rubia, la cogió del brazo y se lo retorció a su espalda en una llave que la dejó inmovilizada con la cara aplastada contra la pared- .... nadie me amenaza sin sufrir luego las consecuencias. - Usó todo su cuerpo para inmovilizarla mientras le hablaba al oído.- Enhorabuena porque has pasado a ser el objetivo de mi punto de mira- La amenaza le salió del alma y no podía dejar de reírse por dentro ante la pinta de mafiosa que estaba mostrando en ese momento. Maldita fuera Roberta por conseguir sacarla de sus casillas- Vigila tu espalda Roberta porque estaré ahí esperando el momento de reclamarte esta amenaza. Me has atacado sin motivo , y eso es algo que no le permito a nadie. -
Apretó aun mas fuerte, retorciéndole el brazo hasta que Roberta gimió...y entonces Divia la soltó de repente. El aroma que despedía la hembra la dejó atónita.
- ¿ Te estás excitando con esto?- Roberta se dio la vuelta echando chispas por los ojos y respirando dificultosamente.
- No te importa con lo que me excito yo...sólo le importa a Tom-
Y salió corriendo pasillo abajo dejándola con la boca a bierta . No dudaba de que le iría con el cuento a alguien, pero dudaba que fuera con la verdad por delante.
Cuando se dio la vuelta respirando profundamente, se encontró al angel, apoyado en la puerta de su dormitorio, con los brazos cruzados a la altura de su pecho, pareciendo disfrutar del espectáculo. Sus tobillos, enfundados en unas negras botas militares, sobresalía cruzados tambien casi a mitad del pasillo cuan largo era. Su sonrisa era apabullante...y su brillo estaba atenuado.
- Eso ha sido...-Empezó a decir con una expresión de incredulidad en su rostro.
- No pienso hacerle todo eso que he dicho...- empezó a excursarse Divia después de reponerse a la aparición súbita del ángel, por lo visto cada vez se adaptaba mejor a las apariciones del alado.
- No, quiero decir que eso ha sido...¡ acojonante, Divia! Hacía tiempo que no veía a una tipa de su clase salir con el rabo entre las piernas tan pronto. ¡Te adoro pequeñaja!-
Divia esbozó una tímida sonrisa aun sorprendida por la reacción de su amigo alado.- ¿ No me censuras por lo que acabo de hacer? Eres un ángel y llevas todo eso de ser bueno y...-
- Nah, mujer...eso son paparruchas. Cuando a uno lo amenazan , o se defiende o muere. Es ley de vida.- Sonrió aliviada porque si Alitas la hubiera regañado...bueno, el mero pensamiento la hacia sentirse desgraciada.
- No, no voy a regañarte tranquila.- ¿era esa una soonrisa genuina en su cara?
- ¡¡Apaga e interruptor, por favor!!- Fue el primer pensamiento que le pasó por la cabeza. Por favor que no le estuviera leyendo el pensamiento de nuevo.
- Esta bien, esta bien. - Resignado,chasqueó los dedos- Hecho. Pero sigo pensando que tienes una mente increíble y es una pena perdérmela -Ella entrecerró los ojos reprendiéndole visualmente y él soltó una carcajada. Ella tenía que dar un giro a la conversación pero ya.
- ¿ Que haces aquí? ¿ Me sigues a todas partes? - Estaba aún recelosa, y se puso a pensar que si lo había hecho cuando lo de Tom¡ Dios ! Quería que la tierra se la tragara. Justo en ese momento fue cuando el flash mental de la duda apareció en su cerebro.
- Que va. Tohrment se apoderó de mi mando y de la tele y como me aburría como una ostra vine a pedirte la guitarra. ¿Me dejas que practique un poco con la fender? - Divia frunció el ceño y no sabía por qué extrañarse mas, si por la nueva habilidad musical del ángel o porque le pidiera a su chica, algo que ella guardaba celosamente.
- ¿ Tu tocas la guitarra?-
- Te sorprenderías de todo lo que puedo hacer chiquilla.- Se apartó una pelusa que le molestaba del hombro.- ¿ Me la prestas ? No te molestaré mas esta noche. Creo que ...-
- Te la dejo si me dejas probar algo.- La duda que había aparecido en su cabeza tenía que ser erradicada, porque intuía que no dormiría muy bien con aquello dándole vueltas. Fue el ángel entonces el que la miró curioso, sonriendo.
-Lo que quieras.Dime que quieres probar.-
- No, no te lo diré que te negarás...di solo sí o no. Confía en mi, no te haré daño.-
El angel sonrió divertido- ¿ Daño? esta si que es buena. - le mostró una sonrisa devastadora- Has despertado mi curiosidad, acepto. Pero atente a las consecuencias si no me gusta lo que vayas a probar -
- No es nada peligroso, es una teoría...que tengo que comprobar.-Ella ya había llegado a la puerta de su habitación y la estaba abriendo al responderle .Entró en su cuarto, cogió a su chica y la miró resignada antes de tendersela hacia él.
- Prométeme que la cuidarás como si fuera tuya y la defenderás con tu vida- Campanillas parecieron salir de las paredes de la habitación, pero era el ángel riéndose. Alargando un brazo para aceptar la ofrenda, se dió un golpe teatral en el pecho con el otro.
- Lo prometo, la defenderé con mi vida y la tratare como si fuera mía- Divia dudó un poco antes de entregársela del todo, pero al final, claudicó.
- ¿Tienes amplificador y ...?-
- Tranquila, tengo de todo y si no, también te lo cogeré prestado - Depositó el instrumento con cuidado apoyado en su cadera. La miró con curiosidad.
- ¿ Y bien? ¿ que es lo que quieres probar?-
Divia se mordió el labio inferior dudando en seguir adelante o no con su experimento. Si se decidía, solo esperaba que Alitas no se enfadara. Pero desde el primer momento en que le había visto en el pasillo , la duda estaba rondándole en la cabeza.
- Por favor, no te enfades después, es solo para probar una cosa para mi. No busco nada contigo... es que...-
- ¡ chica! ¿quieres dejar de darle vueltas y decirme que es?-
- No, mejor lo hago ya y...-
- ¡Pues hazlo! La paciencia no es uno de mis fuertes- El ángel no sabía si reírse o no ante el aparente ataque de nervios que parecía estar entrándole a la chica. Ella tardó un segundo en encontrar dentro de sí misma las fuerzas suficientes para hacer lo que quería hacer. Al fin se dio un gran empujón mental y se lanzó hacia él . Rodeó con sus brazos a un atónito ángel y lo besó en los labios.
Al principio Divia creía que su beso no iba a ser correspondido, aun así estuvo un segundo mas tentandole . Cuando iba a retirarse de aquellos carnosos y tentadores labios, el ángel la cogió de la cintura con el brazo libre, la mantuvo pegado a él ...y le correspondió de forma entusiasta a su asalto.
Las bocas se reencontraron , mordisqueándose los labios, tanteándose con las lenguas mientras cada uno aferraba al otro como si fuera a escapársele de entre las manos. Un beso apasionado y suave al mismo tiempo .Divia terminó de puntillas con la respiración acelerada , colgada y aferrada a aquel enorme cuerpo que emanaba calor suave y erótico. Se separaron suavemente, tal como habían empezado, como si se hubieran puesto de acuerdo en hacerlo, mirándose el uno al otro a los ojos. Divia se relamió los labios y el ángel parecía que intentaba ¿recuperar el aliento? No, ella debía estar viendo visiones. Cuando por fin pareció que los dos se asentaban de nuevo en sus cuerpos, fue el ángel que cortó el silencio entre los dos.
- ¿ Me lo explicas?-
A ella casi se le doblaron las piernas ¿ como podía explicar eso? ¡Ah! Se refería a porqué lo había hecho.
- ¿ Por eso querías que apagara el interruptor?- Preguntó él al mismo tiempo que se frotaba el labio inferior con el dedo pulgar como si estuviera comprobando algo. No parecía enfadado, parecía perplejo.
Divia enrojeció como un tomate pero sintió que algo encajaba en su interior.- Quería comprobar algo- Titubeó un segundo- Quería comprobar si los besos de Tom eran mejores que los tuyos.-
- ¿Perdón? -Incredulidad era lo que mostraba el ángel. Eso si que era todo un logro para una mortal como ella.Divia no sabía como explicarle . Y lo mas curioso es que él era lo mas cercano que tenía parecido a un amigo y acababa de meter su lengua en dentro de su boca .
- Veras, no sé como decir esto sin sonar estúpida o patética.- él , visiblemente impaciente, le hizo señas de que de que escupiera de una vez por todas lo que no se atrevía - Tom me ha besado hace un rato y ha sido ¡Dios! ha sido increíble. Todo...todo se me ha removido. ¡¡ Ha sido como un terremoto en escala richter de 10!!- El ángel la miraba ladeando su cabeza, esbozando una sonrisa pícara. Eso la hacía sentirse aun mas ridícula.
- Quería saber como sería contigo después de haberle besado a él. Como dijiste que contigo todo era más intenso por culpa de tu naturaleza. -Casi cerro los ojos esperando una reprimenda del ángel por haberse atrevido a tanto, pero quedó bien perpleja cuando Alitas no tardo más de un segundo en soltar una buena carcajada.
- ¿ Has querido comparar como besamos?- Le preguntó malicioso.-
-¡¡ No!!- ahora si que parecía un tomate andante por el calor que estaba sintiendo en las mejillas- He querido saber como reacciono YO a vuestros besos. Los dos besáis de cine.- Respondió la hembra con un suspiro de placer sin esconder sus sentimientos.
- Menos mal, me sentiría ofendido si no fuera así. - Rotundidad y seguridad era lo que emanaba del ángel.- Pero Divia, creo que ya te lo expliqué. Todo se magnifica si estoy...-
- Exacto. Cuando me besas, me derrito, me siento ...eso, derretida. Cuando me besa Tom, me siento arder, todo se mueve bajo mis pies, es...¡Dios! Es indescriptible. ¡ Y tu no estás cerca! - Miró al ángel abriendo los ojos preguntando - ¿ No lo estas, verdad?-
- No , no lo estoy. Te lo juro.- Levantó las manos en señal de rendición fingida. Ella suspiró aliviada.
- Eso me aclara mucho las cosas. - Por dentro ella se decía muchas mas cosas que las que decía en voz alta. Como que lo que había sentido por Tom no era porque llevara meses sin sexo ¡era porque el chico le gustaba!
El ángel sonrió de forma extraña al principio, después ampliamente y le puso la mano en el hombro.
- Bueno, menos mal que ha salido algo bueno de todo esto chiquilla, porque ahora debo irme volando, literalmente. Alguien va a tocar tu puerta en tres, dos, uno...- fue interrumpido por un golpe seco en la madera.
Divia giró la cabeza hacia la puerta y cuando volvió, el ángel ya no estaba. Así, de un soplo había desaparecido, con su guitarra, por supuesto. Se encogió de hombros y palpándose los labios, fue a abrir la puerta. El beso con el ángel la había dejado con las piernas temblando y el bajo vientre lleno de anhelo. Le daba igual que el motivo fuera porque fuese un ángel, cuando le besaba algo en su interior hacia click. Con Tom era mas como un terremoto que la movía desde los cimientos, con el ángel...era como si algo conectara y punto. Los dos la dejaban sin aliento, así que ahora, en vez de estar mas clara, estaba mas confundida que nunca.
Se quedó sin habla al ver a Tom enfrente suya, apoyado en el marco de la puerta con un brazo estirado , como si sostuviera el mundo en esa posición. El pelo lo lelvaba suelto y caia como una cascada negra sobre su rostro porque estaba mirando al suelo. Levanto la mirada cuando ella abrió la puerta.
- Hola Divia
- Saludó un poco inquieteo y mirando detrás de ella , era evidente
que miraba si había alguien, quizá hubiera oído voces antes de llamar- ¿
Puedo pasar?- . A Divia le temblaron las piernas al verle mirándola tan fijamente . .Le brillaban los ojos y despedía un aura especial. Magnética.
¡ Dios! El beso con el ángel le había dejado en un estado de lo mas sensible y necesitado porque estaba ya viendo cosas en Tom que no veía antes. Pensó mentalmente que quizá el ángel estuviera aun en su habitación , de forma invisible , pero en ese momento y una voz se metió en su cabeza.
" Estoy ya en el tejado tocando a tu chica ".
Intentando mantener la compostura Divia frente a un Tom que estaba esperando su reacción, gritó en su cabeza bien alto
" ¡¡CIERRA EL INTERRUPTOR !!"
La risa de campanillas atronó en su cabeza junto a un sonoro
" ¡YA! "
Y despues los primeros acordes de una canción. ¿ Como podía hacer eso?
No supo como , pero en ese momento se sintió desconectada, sola. Y sonrió.Alitas se estaba burlando de ella.
- Si, claro...pasa. - Le invitó ella, disimulando que estaba teniendo una locura de conversación en su cabeza. Cerró la puerta cuando él hubo atravesado el umbral.Tom entró en silencio y se dió la vuelta mirándola de forma implacable.
- Tenemos que hablar Divia...-
A ella le dió un brinco el corazón.¿ Hablar? Señor, ¿ Porqué todo tenía que ser tan complicado?
Continuará....
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