jueves, 19 de septiembre de 2013

Despliega tus alas Parte 7. Cuidado con lo que deseas






Viene de " Reinicio"

Había pasado una semana desde que Divia hubiera tenido su primera y única cita con su Alitas y no creía todo lo que le había sucedido desde entonces. Justo ese día se había levantado con un estado de ánimo desbordante para poder empezar de la mejor forma posible, con Energía como decía el anuncio de la televisión.

Salió de la cama de un salto y se metió corriendo en la ducha. No tardó mas de diez minutos en enjabonarse y dejar que la tonificante agua helada la terminara de despertar. Estaba emocionada por volver de nuevo a sus tareas en el centro médico después de una semana de pasar el tiempo con los caballos en las cuadras. Le encantaban los animales, pero volver al centro médico la llenaba de una energía que no podía explicar.

De los diez minutos que tardo en ducharse, cinco fueron dedicados al mimo de su pelo. Y se rió debajo de la cascada de agua tonificante. Antes le habría dado igual como llevara el pelo, ahora, lo mimaba con esos geles y suavizantes que su tío le había recomendado.

Su tío había sido una sorpresa.



Al día siguiente de su cita con el ángel, ella había sacado el valor suficiente para invitar a su tío a una merienda con té y pastas. Nunca había visto el ceño de su tío tan fruncido como cuando ella acudió a su pequeño despacho para invitarle, con una enorme bandeja en las manos. Sabía que estaba interrumpiéndole en algo, su tío siempre estaba ocupado, pero era ese momento...o quizá nunca.

Su tío la sorprendió. Después de devolver el ceño a su lugar , la invitó a quedarse con él y aceptó con gusto la inesperada merienda. Y lo dijo con esas palabras. ¡Dios! Su tío vivía completamente en el siglo diecisiete...como el resto de vampiros. Ella no, pero como le tenía muchísimo respeto a su tío, hizo algo que la sorprendió a sí misma e hizo que el viejo doggen enarbolara una sonrisa de oreja a oreja. Ella sirvió el té como una vez su madre le enseñó, y añadió un par de cosas de su cosecha el mezclar parte del ritual del té japonés, que ella conocía de primera mano.Las artes marciales japonesas eran otra de sus pasiones.

Su tío la observó, escuchándola tomando el té de forma calmada .Cuando ella terminó de contarle lo que su corazón tenía que decirle, lo mismo que le había contado al ángel, su tío simplemente sonrió. Se quedó callado, observándola como si leyera dentro de ella y sonrió otra vez. A ella se le pusieron los nervios de punta ante tanto protocolo de silencio, pero así era su tío.

Cuando habló, Fritz solo la reprendió, y sólo en un aspecto, en no haber hablado con él antes y haberle hecho partícipe de sus inquietudes. Se maravilló al saber de ellas y su preocupación por el futuro de los propios doggens .La dejó atónita cuando le dijo :

- No te das cuenta que en el fondo eres una gran doggen y lo llevas en la sangre aunque no quieras reconocerlo. Cuidar y sanar a los demás es una manera como otra de servirlos. No hace falta servir a los Señores para ser un orgullo de nuestra raza, ayudando a tus semejantes también estás haciendo algo útil para la comunidad. -

Divia enarcó una ceja al oírle hablar. ¿Era su tío Fritz el que estaba escuchando o era su amigo Alitas en el cuerpo de su tío?.

La merienda terminó de forma mas serena , al hablar los dos de las inquietudes de Divia y sus gustos. Cuando Divia salió del despacho de su tío , se dió cuenta que su pariente la había dejado hablar sin él apenas decir nada acerca de él mismo. Divia no conocía a su tío aun pero una inusitada emoción de afecto y cariño la embargó al pensar en ese viejo doggen. Una lástima que no hubiera tenido su propia familia, habría sido un gran padre

Divia recordó todo aquello con cariño mientras se enjuagaba el pelo y se alegró por haber tenido el valor de preparar aquel ágape. Había sido el principio del cambio.

El otro cambio vino de Tom. Tom y ella, en una semana se habían hecho intimos amigos...demasiado incluso.No era algo que la molestara, porque Tom tenía algo que la atraía mucho...pero la relación iba demasiado deprisa para su gusto. Cada día se veían durante el desayuno, después de terminar las tareas o durante el almuerzo. Quedaban en uno de los claros del bosque adyacente al jardín y devoraban los sandwiches que preparaban también juntos. Disfrutaban de sentarse juntos en el desayuno entre los demás doggen, donde empezaban el día contándose las anécdotas que no habían podido contarse el día anterior. Ellos dos eran casi inseparables.

Divia suspiró. Sí, estaban demasiado tiempo juntos y ella no estaba acostumbrada a ello.Ese mismo día, sabía que cuando llegara a la mesa del comedor de servicio, donde las cocineras servían la comida a los criados , Tom estaría esperándola con su mejor sonrisa y esos ojos delineados en negro que no podía dejar de mirar. Le encantaba esa parte rebelde de Tom tan parecida a la suya.

Lo que sentía por Tom era...extraño. Por un lado la atraía como un imán, por otro... le saturaba un poco su constante presencia. Todo lo contrario que Alitas, al cual no había visto en todo ese tiempo y al que echaba de menos.

Secándose el cuerpo y vistiéndose, pensó en el ángel y en lo que le provocaba su recuerdo, hormonas revueltas. Era una especie de atracción animal que tenía que superar... y pronto. Él ya le había dicho que no habría nada entre ellos. Y ella lo creía . Por eso se había dado una oportunidad con Tom y en ese preciso momento no sabía si había sido buena idea.

Cuando Tom la había llevado con él a los ensayos de su grupo musical en la ciudad, se sintió eufórica. Fue la mejor noche que pasaba en muchísimo tiempo, mucho mejor que la cita con Alitas. Eso había sido un fiasco desde el punto de vista festivo. Los compañeros de grupo de Tom resultaron ser una auténtica bomba, divertidos,amigables... y la aceptaron tras los primeros diez minutos en los que estuvo con ellos. Después de tocar con su chica, ya le habían propuesto que aceptara ser el nuevo guitarra del grupo. Algo que ella comentó que se pensaría. No quería comprometerse con nadie cuando no sabia donde iba a estar su futuro así que había acordado con ellos que sería de forma provisional si aceptaba. Esa fue la noche en la que abiertamente Tom le había mostrado que se sentía atraído por ella. No era que ella no lo supiera ya, ningún macho se mostraba tan atento con ninguna hembra si no había otras intenciones de por medio. Pero saberlo sin lugar a dudas...la había hecho huir como un conejo. Había huido de Tom después de que el pobre le dijera que ella le gustaba e intentó besarla. Divia se sintió tan asustada , que no alcanzó a responderle ..y gracias al cielo que su tío Fritz salió por la puerta en ese momento para buscarla, y ella pudo escaparse de la forma mas airosa . Tom no cambió su rutina al día siguiente y había actuado como si nada hubiera ocurrido, así que ella pudo actuar tambié de la misma manera. Tampoco se sacó el tema. Simplemente pareció que nada hubiese ocurrido entre ellos, excepto que el brillo de los ojos de Tom al mirarla ya no era el mismo.

El resultado de ese día fue que Estudiarse las partituras de las canciones también empezó a ser otro motivo por el cual Tom y ella pasaban inlcuso mas tiempo juntos.

Se miró al espejo antes de salir hacia el comedor y le gustó lo que vio. Si, definitivamente esa semana ella había cambiado, porque antes huía de los espejos, ahora quería estar presentable. ¿ para Tom?

¿ para los demás? ¿ para ella misma? ¿ para Alitas? No quería preguntárselo porque la respuesta la asustaba y agobiaba.

Salió vestida con unos vaqueros y una camiseta que se cambiaría nada mas acceder al centro médico y casi corrió por el pasillo que daba al área de servicios cuando miró su reloj y se dio cuenta que era ya la hora en punto. Su Tío Fritz no toleraba la inpuntualidad y menos en el desayuno, donde aprovechaba para repartir las tareas entre los miembros del servicio.

Cuando llegó al comedor buscó con la mirada su lugar habitual donde sentarse...y lo vio ocupado por una joven que no reconoció y que estaba hablando entretenidamente con Tom. Tom en ese momento soltó una carcajada y la joven, que era preciosa, se sonrojó soltando una risita. Divia reaccionó al instante y sin perder un segundo, se sentó en el primer lugar libre que encontró. Celia, una de las que se encargaba del despacho real, la recibió con una franca sonrisa.Mientras ella se acomodaba en el asiento , se estaba preguntó interiormente bastante contrariada, quien era esa joven y porque estaba sentada en su sitio.

Su tío le echó un vistazo a Divia y asintió con la cabeza dándole el visto bueno a su presencia, y luego a los demás e inició la rutina habitual de cada mañana: repartir tareas, informar de los nuevos acontecimientos en la mansión y demás cosas que eran precisas en la gestión del servicio de la casa.

Divia no podía dejar de mirar de reojo a Tom y a la rubia , y le entró un sudor frío cuando la vió colgarse del brazo de Tom y cuchichear con él en su oido-Cerca, estaba demasiado cerca de Tom.De repente le entraron unas ganas locas de arrancarle a la rubia toda esa hermosa cabellera que coronaba su cabeza si seguía sobeteando a su Tom.

Uh. ¿ Su Tom? ¿ desde cuando era Su tom? Hacía apenas unos minutos estaba pensando en lo agobiante que era pasar casi todo el tiempo con él, y ahora...¿ se quejaba cuando el destino le había encargado de alejarle un poquito?

Divia cerró los ojos recordando la famosa frase " cuidado con lo que deseas porque puede convertirse en realidad."







Suspiró, y para no pensar en Tom y la rubia, sacó su Ipod del bolsillo de los vaqueros y fue seleccionando las canciones que ese día querría escuchar. Todas de heavy metal potente y a poder ser que trataran de como se desmembraba a rubias tontas. Elevó la comisura de sus labios al darse cuenta de que nunca había sido tan agresiva por un " amigo". Y se recordó a sí misma que era un amigo porque ella así lo había querido.


Celia, que era una hembra entrada ya en años, pero muy jovial y simpática, miró hacia donde se perdía la mirada de Divia y sonrió.


- es guapo, ¿ eh?-

- ¿ que? - Atinó a preguntar Divia volviendo su atención a Celia. Cuando  procesó su pregunta, intentó disimular como correspondía hacer una hembra sensata.- ahm si , bueno. No mas que los demás-

Celia se rió.

-A mi no me engañas niña. Os habéis pasado la última semana tan juntos que no sabíamos cuando empezaba uno y terminaba el otro.-


Divia se sonrojó como una amapola

- ¿Tan pegados hemos estado? ¡ Dios, que vergüenza!-

Celia se rió de nuevo.

- ¿vergüenza? Ninguna chiquilla. Tom es guapísimo y todo un macho de valía, es un buen partido para cualquiera de vosotras-

Divia abrió los ojos como platos.

- Solo somos amigos Celia, nada mas. Aunque hayamos estado muy juntos esta semana, solo somos amigos. Necesitaba aun amigo y Tom ha sido uno muy bueno.-

- Lo cierto es que estabas demasiado sola y aislada, niña. Estábamos todo preocupados por ti, sobre todo tu tío. Pero ahora al menos, ya no estás tan aislada. Es una pena que Roberta le haya echado el ojo a Tom.-

- ¿ Roberta?

-Si, es ese el nombre de la joven que está con Tom y que parece una almeja lapa. Vino ayer con sus padres, los nuevos sirvientes, y nada mas ver esta mañana a Tom, se ha sentado a su lado y y ha empezado a entrarle por los ojos. Es muy lista esta niña, Divia, muy lista. Si solo quieres a Tom como amigo, debes sentirte feliz por él , si no es así...puedes empezar a preocuparte.-

- No creo que Tom sea tan simple..-

- Niña, los hombre son hombres. Da igual que sean vampiros, doggens o humanos. Se comportan todos de la misma manera frente a una hembra hermosa, simpática y dispuesta. Mírale, la chica bebe los vientos por él y a él le encanta.


Divia devolvió su mirada a la pareja que se lo estaba pasando muy bien, riendo y bromeando. En ese momento Roberta , ofreciéndose a su tío, preguntó si podía a ayudar a Tom en sus tareas asignadas, " para ir aprendiendo el oficio". Su tío aceptó encantado y le ofreció su propio asesoramiento si así lo necesitaba. La rubia aceptó de buna gana el ofrecimiento y prometió que acudiría a Fritz enseguida que tuviera un rato libre. ¡Maldita pelota rubia con patas!


Divia apretó los dientes y frunció el ceño. Roberta ya le caía gorda. Pero que muy, muy Gorda.

El desayuno terminó diez minutos después, cuando Fritz dio por finalizada la asamblea matutina y la mayoría empezó a levantarse de sus asientos para recoger la vajilla y empezar con sus trabajos.Divia se quedó un poco rezagada, esperando que Tom hiciera lo de siempre, ir a buscarla para planificar el día.

No lo hizo. Tom se levantó entusiasmado y se marchó con Roberta sin mirar atrás, muy ocupado comentándole algo a Roberta.

Divia suspiró entristecida. Y sin mirar a ningún lado, se dirigió al centro médico, donde seguramente Ehlena ya le había dejado un listado con las cosas pendientes que le correspondía hacer a ella.



*******************





Horas después, Divia se sentaba en una de las sillas del centro medico, exhausta. Mas bien , se desplomaba, en vez de sentarse.

No recordaba lo duro que era estar en el centro medico ni realizar la limpieza de los boxes médicos. Tampoco se imaginaba que en su primer día de vuelta al trabajo en el centro, tendría que lidiar con la suciedad después de una sesión de trauma intensa. Había habido mucha actividad a última hora, cuando varios hermanos habían sido heridos en sus salidas. Tanto los Drs Manello como Whitcomb habían estado muy ocupados remendando a los señores. Cuando ella llegó ya solo quedaba limpiar y desinfectar toda la zona, quirófanillos incluidos.

Lo dicho, estaba exhausta porque no había querido pedir ayuda a su tío para que le enviara refuerzos. Quiso encargarse de todo aquello, sola, prolongando su jornada habitual de trabajo en un par de horas diurnas y sin parar ni para almorzar.Quería trabajar y no pensar.

En ese momento , observaba el resultado de su trabajo y sí, estaba todo impecable. Para ser de nuevo ensuciado esa misma anoche, pero así era la actividad en un centro médico. Y participar en ello la hacía sentir bien, que formaba parte de algo valioso.

Pero no había sido por eso que no había pedido ayuda. En su fuero interno, no quería tener relación ese día con nadie ni salir a la cita habitual que tenia con Tom para almorzar, ni tener horas libres para averiguar que estaba sola otra vez. Las sospechas que tenía al respecto, se las confirmó otra doggen que le trajo el almuerzo. Cuando Divia le preguntó si Tom había ido a buscarla a la cocina, Teresse le confirmó que no había visto a Tom en todo el día.

Normalmente ellos dos quedaban ya, de mudo acuerdo, en las cocinas a eso de las doce para almorzar lo que Teresse les preparaba.Tom no había ido a su cita diaria. Ella tampoco. Eso daba un giro a su situación de forma drástica. Volvía a estar sola en una casa llena de gente. Llena de extraños para ella.

Haciendo caracolillos con el pelo de su cola de caballo, se preguntó donde estaría el ángel. Que no le hubiera visto no significaba que no estuviera en la mansión. Pero ella no había preguntado por él tampoco en ningún momento. Ni buscado. Había estado ocupada con su trabajo o con Tom. Ahora se arrepentía de haber descuidado a su primer amigo y aun objeto de sus fantasías.





Cerró los ojos y encendió de nuevo su Ipod, dejándose llevar por el ritmo de la música, esta vez los jóvenes como ella, Sturm and Drang .E intentó imaginarse la figura de  Alitas ahí con ella otra vez y todo el cuerpo se le calentó. No lo podía remediar, era superior a sus fuerzas.

Abrió los ojos y se cayó casi de la silla al verle frente a ella.

- ¿ Me llamaste?-

Preguntó con esa sonrisa ladeada que haría desmayarse a cualquier hembra.




Continuará....

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