domingo, 7 de octubre de 2012

Especial Halloween. Alessa Cevans.El antiguo Hospital Militar.

¡Hola a todos!

Os dejamos el primero de los relatos que nos ha hecho llegar Alessa Cevans. ¡Disfrutad y aterrorizaos!



El antiguo hospital militar


Víspera de todos los Santos y como cada año planeamos una aventurilla que nos pusiera los pelos como escarpias y de la cual poder reírnos a gusto una vez hubiese amanecido.Nuestra osadía nos había llevado a pasar estas vísperas colándonos en los sitios supuestamente encantados y llevarnos la cámara para grabar cualquier cosa paranormal que pudiera sucedernos,pero claro....nunca nos pasaba nada.Y los sustos que nos llevábamos solían estar provocados por la histeria colectiva.

Hasta la fecha nos habíamos metido en un cine abandonado,en un antiguo cementerio,en una necrópolis punica, pero nada interesante nos había sucedido.

Aquella víspera iba a ser especial, habíamos planeado colarnos en el antiguo hospital militar.Un sitio que ponía los pelos de punta hasta a los más viejos del lugar.Decían que nadie se atrevía a adentrarse en ese oscuro callejón una vez hubiese anochecido....pues las voces de los heridos en la guerra todavía se escuchaban.





Así pues ,aquella noche,cámara en ristre y mochila al hombro,nos dirigimos hacia aquella inhóspita callejuela a la cual ,según rumores populares, no se acercaban ni los numerosos gatos que por aquellas calles deambulaban.



El camino se nos hizo largo, la cuesta arriba eterna y los adoquines empedrados hacían que nuestras botas resbalaran.Las pocas farolas que había en aquella zona se habían estropeado y avanzábamos entre carcajadas a la luz de nuestras linternas.



Llegamos por fin la la puerta del antiguo hospital...y un escalofrío que nada tenía que ver con esa húmeda y fría noche de octubre recorrió nuestras espinas dorsales.



La madera de la puerta estaba carcomida y no nos fue difícil penetrar en el interior.Ante nosotros una estancia oscura y fría nos daba la bienvenida, con inmensas salas a ambos lados y una escalera de caracol que subía varios pisos.



Raúl fue el primero en empezar a investigar, y David,Hugo,Vane,Cris,Emi y yo le seguimos a una distancia prudencial. Había algo en ese sitio que lo hacía distinto a los demás, como una especie de niebla invisible que nos oprimía el pecho y hacía que nuestros corazones brincaran como los de unos conejillos asustados.

Primero investigamos la planta baja y sus oscuras estancias.Montones de papeles podridos se amontonaban en archivos de madera igual de podrida. Debían de ser los informes médicos de los pobres desdichados que allí habían ido a parar.No se oía ni una sola de nuestras respiraciones...conteníamos el aliento como si la simple ingesta de aire fuera algo dañino.



Raúl subió por la escalera hasta la primera planta y allí fue cuando empezó a maldecir.Juraba y perjuraba que a través de la lente de la cámara había visto a alguien agapazado entre los hierros de una desvencijada cama. Intentamos tranquilizarlo y decirle que era la sugestión...como ya nos había pasado anteriormente en otros lados, pero tal era el ataque de nervios que sufría,  que Emi decidió que mejor seguíamos nosotros y que ellos volverían a la planta baja.



Agarré la cámara y como chica valiente que soy me encaminé entre los laberínticos pasillos.Había palomas muertas y el olor a descomposición se iba haciendo más agudo a medida que subíamos pisos. Más de una vez me pareció captar movimientos por el rabillo del ojo....pero cuando rebobinaba y volvía mirar allí no había nada.Encontramos una habitación repleta de extraños artilugios y botes de cristal que contenían restos humanos suspendidos en formol.Aquello sí que era sin duda alguna lo más terrorífico que habíamos visto hasta la fecha.Vane se sintió indispuesta y ella y Hugo se quedaron rezagados.

Bien...Quedábamos Cris, David y yo.



Con cada paso que dábamos el olor dulzón de la descomposición se hacía más agudo.Son las palomas...pensé asqueada.



Seguimos subiendo y una extraña corriente de aire levantó nuestros cabellos a la vez que aquel extraño olor se intensificaba. Ocurrió en unos segundos. Yo miraba por el objetivo de la cámara mientras Cris y David enfocaban con sus linternas.

Estaba allí...plantada en medio del largo pasillo. Era una monja,vestida con un hábito antiguo. El frío se hizo más intenso y Cris empezó a chillar cuando enfocamos su rostro.



No había rostro. Era una masa putrefacta e infesta de carne en descomposición. Y con horror me di cuenta de que no podía moverme.  Me había quedado clavada al suelo mientras aquella criatura de pesadilla que no tenía pies avanzaba hacia mí con los brazos extendidos.



Grité con todas mis fuerzas y eso fue lo que consiguió arrancarme de mi parálisis.

Gritando, ¡corred.! ¡corred! empezamos a bajar los escalones de caracol a toda velocidad. Aquello no era la histeria, aquello era real.

Más apariciones de pesadilla iban apareciendo ante nosotros, hombres sin piernas que se arrastraban por el suelo e intentaban agarrarnos los tobillos con sus manos cadavéricas, bebés espectrales sin ojos que alargaban sus bracitos hacia nosotros.



Corríamos como alma que lleva el diablo.Y por fin alcanzamos la planta baja, pero no había ni rasto de nuestros amigos. Los llamamos a gritos,pero no obtuvimos contestación, salimos a la calle y gritamos sus nombres con todas nuestras fuerzas,pero fue en vano.



No sé cuanto tiempo trasncurrió, pero vinieron ambulancias y patrullas policiales. Al final encontraron los cadáveres de Raúl y Emi; a Hugo y a Vane los encontraron vivos pero por alguna extraña razón se encontraban en coma.



Nadie nos creyó.Ahora desde donde os escribo mis recuerdos se vuelven borrosos...y algunas noches recibo la visita de Raúl y Emi. Me preguntan que porqué los abandonamos.Yo no tengo la respuesta.Y no les puedo ver lo pies, flotan a los pies de mi cama como si yo hubiese tenido la culpa.



Hablo poco con Cris y David.Apenas nos dejan comunicarnos....pero sé que ellos piensan lo mismo que yo.



Jugamos con el diablo y perdimos....y aquí, en mi oscura celda del Sanatorio mental para maniacos peligrosos, a veces pienso si fue una ilusion. Si fuimos nosotros los culpables realmente.

Pero cuando les pregunto a Emi y a Raúl...ellos no me contestan. Se ríen y acarician mis tobillos desnudos Y me dicen:Pronto, pronto estarás con nosotros.


Fin.


ALESSA CEVANS




No hay comentarios:

Publicar un comentario