domingo, 7 de octubre de 2012

Especial Halloween. Alessa Cevans. Una vieja leyenda local.



¡Hola a todos! Os dejamos el tercero de los relatos cortos que nos ha mandado Alessa Cevans.

Para que pensemos dos veces que algunas indicaciones son por algún motivo.



Una vieja leyenda local

Cuenta la leyenda que hace muchos años, en la isla de Ibiza, bajaba un salinero de las Salinas con un carro cargado de sacos de sal.



Era el dia 1 de Noviembre, día de todos los santos, y bajando, se le había hecho de noche. Al pasar por el cementerio de "Es Vive", una de las ruedas se soltó y cayeron todos los sacos de sal al suelo.





El hombre, apurado porque ya era tarde, empezó a pedir ayuda, y un encapuchado,vestido con una túnica, se le acercó para ayudarle.



Poco a poco pusieron entre los dos la rueda y cargaron de nuevo los sacos de sal en el carro y el hombre le dio las gracias al encapuchado.




- Moltes graçies, bon home..Que es bon Deu t'ho pagui..(muchas gracias, buen hombre, que el buen dios te lo pague).




El encapuchado con voy muy débil respondió que de nada... y le dijo cuando subió al carro.




-Que es bon deu t' companyi...ara ves a casa i descansa, i per lo que mes vulgues, no te giris a mirar cap enrerra.. No avui, per que si no tendré que endurten..( Que el buen dios te acompañe, ahora vete a tu casa y por lo que más quieras,no mires hacia atrás.No hoy,porque si no tendré que llevarte).




El hombre subió a su carro y después de ponerse en marcha, la curiosidad pudo más que él y se volvió a mirar al extraño que tanto le había ayudado. Lleno de espanto pudo comprobar cómo las piernas de este no eran más que huesos asomando bajo la túnica y que tras pasar la verja del cementerio desapareció.



Asustado, llegó a su casa y reunió a su mujer y a sus hijos a la luz de una vela y les contó lo ocurrido. Todos se quedaron muy impresionados ante el relato, pero que decir que ninguno se lo tomó demasiado enserio.



El hombre se fue a la cama acompañado de su mujer y cerca de la media noche, el ruido de unos pasos la despertó. Pudo comprobar entre sueños, medio dormida, como un extraño encapuchado agitaba el hombro de su marido. La mujer se dio media vuelta y siguió durmiendo.




Por la mañana,cuando el canto del gallo la despertó del todo, pudo comprobar que su marido había muerto mientras dormía.

FIN

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